( Mark C. León Catachura )
Hoy es una noche despistada, con sus estrellas apagadas y su luna intoxicada.
Un anhelo sin brillo, un pensamiento perdido, un te eché al olvido.
Son las 12 de la nada de un reloj partido en un día herido.
Y tú, te has ido.
Llegan las nostalgias con sus cantos torcidos, con velos tejidos de mis recuerdos, de todos mis recuerdos.
Una ebria esperanza me habla de ilusiones paganas, de pasiones prohibidas.
Son las 12 de la nada de un reloj partido en un día herido.
Y casi he caído.
Es un momento quebrado con un corazón en la mano de un sentimiento vendado.
Un beso extraviado, un abrazo frustrado.
Son las 12 de la nada de un reloj partido en un día herido.
Y tú, te has ido.
Son las 12 de la nada de un reloj partido en un día herido.
Y casi he caído.
Es un momento quebrado con un corazón en la mano de un sentimiento vendado.
Un beso extraviado, un abrazo frustrado.
Son las 12 de la nada de un reloj partido en un día herido.
Y tú, te has ido.
